Los trabajos que presenta este libro ofrecen bajo tres ejes-comunicación digital, docencia y aprendizaje- la complejidad relacional, educativa y comunicativa que ha supuesto la pandemia, haciendo aún más evidentes las carencias de alfabetización mediática en la sociedad pospandémica. Las investigaciones y experiencias compartidas no sólo ponen el foco en la evaluación del impacto que ha tenido el COVID-19 en la educación y en la comunicación, sino que pretenden ser una posible inspiración para otras prácticas docentes, proyectos de aprendizaje y formas de comunicación a través de redes sociales como Instagram y plataformas como YouTube. De todos los capítulos que forman parte de la obra lo que se evidencia sin duda es la necesidad de avanzar hacia nuevos modelos y espacios comunicativos y educativos más flexibles, lo que representa no sólo un reto, sino que debemos contemplarlo también como una oportunidad.