Este artículo explora los vínculos entre cine y ciudad, enfocándose en los procesos de transformación acelerados y de gran envergadura. La intención es demostrar que algunas variantes del cine consiguen agregar piezas fundamentales de la experiencia de transformación urbana. A partir de un análisis de la Gran Transformación China, el artículo reflexiona sobre las intervenciones políticas y estéticas de dos películas de Jia Zhang-Ke: Still Life (2006) y 24 City (2008). La conversión de la economía de planificación en una economía de mercado, la urbanización de china, la desestructuración del comunismo, las migraciones, la ruptura de los vínculos familiares y la relación con el pasado son algunos de los tópicos abordados.